4 acuerdos primeras 14 pag

 inicia con un hombre dormido en una cueva, que en medio de la noche tiene un sueño donde ve su cuerpo aun recostado. vio que todo era luz, las estrellas y él mismo, que todo tenía vida.

intentó enseñarle a todos lo que había aprendido de su visión, pero no tenía palabras para describirlo o hacerles entender, él empezó a entenderlos a todos pero nadie lo entendía a él . Todos le notaban la mirada y forma de ser distinta hasta creían que Dios había reencarnado en él por su cambio ya no se parecía a nadie ni juzgaba a nada ni nadie. Él creía que olvidaría sus conocimientos y quería recordarlo y que los demás tampoco aunque aún no lo entendieran. Entonces se hizo llamar espejo humeante a conciencia de que somos un espejo y que el humo que hay en medio no nos permite ver quienes somos.

Nuestro cerebro, todo el tiempo está soñando, estemos despiertos o dormidos. Los sueños vienen desde antes de que naciéramos, ya que quiénes nos criaron soñaban con un futuro, un nombre, toda una vida. Somos un sueño conformado de millones de sueños pequeñitos. Desde que nacemos tenemos la capacidad de soñar, aunque nos inculquen nuestros sueños por medio de la religión, entre otras cosas.

Toda nuestra vida es un aprendizaje. Cuando íbamos a la escuela aprendíamos, cuando íbamos a la iglesia también. Aprendizajes que nos inculcaban pero aprendíamos. 

El lenguaje es un código, código por el cual nos comunicamos entre las personas, para entendernos y comunicarnos. cuando estamos de acuerdo con algo o lo aceptamos pasamos a merecerlo, esto es conocido o nombrado en el libro como fe.

Desde niños nos domestican como quieren formarnos, diciendo lo que está bien y lo que no, según otros. tenemos tanta fe que creemos todo lo que nos dicen los adultos sin cuestión alguna aunque con el tiempo y pasar de los años vamos fomentando en qué creer y en que no. No tenemos la opción de elegir nuestra religión o creencias, ni siquiera nuestro nombre. Aprendemos a juzgar, juzgarnos a nosotros y a nuestro entorno. En vez de crianza podemos decir que es domesticación ya que nos tratan como animales, con un sistema de premios o castigos dependiendo nuestras acciones sera nuestra recompensa. Esto nos creó una dependencia a la aceptación y miedo al castigo consiguiendo que dejáramos de ser nosotros para complacer y ser aceptados por otros e incluso llenar expectativas con miedo al rechazo o al castigo por no cumplir. Después en la adultez somos nosotros mismos quienes nos premiamos o castigamos según lo que nos enseñaron.

Así como el gobierno tiene sus leyes nosotros tenemos las nuestras las cuales son erróneas y se fomentan en el castigo y en la recompensa de actitudes no naturales, donde nos juzgamos varias veces al día si fallamos en algo, recibiendo un castigo dado por nosotros mismos.

Cree que vivimos un sueño del infierno. ya qué las distintas religiones hablan del infierno como un lugar lleno de castigos y de fuego que nos consume. cuando sentimos celos, rabia entre otras emociones negativas sentimos como ardemos por dentro.

toda nuestra mente es lo que los Toltecas llamaron mitote. Nuestra mente es un sueño donde ninguno comprende a nadie.

Constantemente somos juzgados y lastimados por otros sin ser consientes que quienes mas nos lastimamos somos nosotros mismos, ya que hemos creado un prototipo de perfección que intentamos alcanzar diseñado por nuestra ley.  Al no cumplir nuestro prototipo o nuestros acuerdos nos castigamos y rechazamos creando un bajo autoestima u odio con nosotros mismos. Permitiendo que otros nos lastimen al sentirnos menos, lo que somos capaces de aguantar que otros nos hacen es porque nosotros nos herimos más fuerte. cuando nos lastiman más de lo que toleramos nos alejamos.

cuando decidimos ser felices y comenzar a vivir plenamente empezamos a romper esos acuerdos que nos atan y empezamos a crear los nuestros, lo que necesita de mucha fuerza de voluntad ya que crear y mantener nuevos pensamientos y acuerdos, es difícil porque cargamos con otros.

 frases que mas me gustaron:

Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador.

 No son las estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea las estrellas.

Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios.

Todos somos iguales. Somos imágenes de luz.

 «Soy Espejo Humeante porque me veo en todos vosotros, pero no nos reconocemos mutuamente por el humo que hay entre nosotros. Ese humo es el Sueño, y el espejo eres tú, el soñador».







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